En este espacio, una pareja joven quiere tener su casa para disfrutar de su juventud y sus amistades. La propuesta se adapta al estilo de vida actual de la pareja y permite la transformación del espacio social, mediante la pared desmontable de pingos, manteniendo una separación virtual de los espacios públicos y privados de la residencia.  

El patio se conecta directamente con la sala y la cocina como una extensión del área social. Se proponen dos dormitorios y un tercer espacio que puede ser utilizado como dormitorio de visitas. El baño con su pared curva busca generar espacios fluidos, sin pasillos y es una excusa para la exploración del material y los mecanismos. 

La arquitectura busca generar sensaciones, que se adaptan al estilo de vida del usuario pero con intervenciones fuertes que crean experiencias únicas. El material trata de ser sincero, se deja explorar y manipular y deja ver parte del proceso de configuración del resultado final.